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Josemi Martín nació en Gran Canaria, Islas Canarias. Afincado en España, también ha vivido en diversos lugares del Reino Unido, además de estancias en Portugal, Estados Unidos e Irlanda. Licenciado en Filología Inglesa por la ULL y Graduado en Antropología Social y Cultural por la UNED, es un apasionado de los Estudios Canarios. Busca contribuir a la creación del pensamiento crítico canario, autocentrado e independiente. Preside la Fundación Canaria Tamaimos. Su alter ego, Edmundo Ventura, escribe en Tamaimos.
Tuve la oportunidad recientemente de acudir a una representación del Teatre Nacional de Catalunya. La obra: Els baixos fons, de Maxim Gorki. Aunque mi conocimiento del catalán dista muchísimo de ser el necesario para poder entender por completo una representación teatral en esa lengua, no se me escaparon las muchas virtudes de una experiencia así. En pocas palabras, disfruté enormemente. Tener una compañía de teatro que represente a tu país, en este caso en tu propia lengua, con unos actores maravillosos, una puesta en escena impecable, un recinto dignísimo, con aportación privada y control público,… despertó en mí la sana envidia que otras veces he sentido. ¿No se podría hacer esto en Canarias? ¿No sería esto un estímulo fantástico para creadores y actores, que tendrían un espejo en el que mirarse y se sentirían espoleados a poner en pie experiencias propias? ¿Acaso no sería también un escaparate formidable para el habla canaria, que subiría a los escenarios como cualquier otra variedad del español sin necesidad de que los canarios se travistan de castellano-parlantes? ¡Qué lástima tan grande que los años de bonanza económica en las islas no se aprovecharan para poner en pie proyectos como éste y sí ahondar en la cultura de la subvención a fondo perdido! Esperemos que, paradójicamente, aprendamos en estos años de crisis que hay otra forma de hacer las cosas, para que, algún día, la Compañía Nacional Canaria de Teatro alce definitivamente el telón.
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Josemi Martín nació en Gran Canaria, Islas Canarias. Afincado en España, también ha vivido en diversos lugares del Reino Unido, además de estancias en Portugal, Estados Unidos e Irlanda. Licenciado en Filología Inglesa por la ULL y Graduado en Antropología Social y Cultural por la UNED, es un apasionado de los Estudios Canarios. Busca contribuir a la creación del pensamiento crítico canario, autocentrado e independiente. Preside la Fundación Canaria Tamaimos. Su alter ego, Edmundo Ventura, escribe en Tamaimos.
En Canarias, además, existe la Escuela de Actores. La realización de la idea que propones podría dar lugar, además, a una simbiosis fructífera entre escuela y compañía. Por ahora, toca soñar despiertos; pero, ¿quién sabe en un futuro…?
Muy necesario si. Y de paso si se evita que las actrices y actores canarios no tengan otra salida más que trabajar en “En clave de Ja”, hacer de extras en pelis españolas que se ruedan en Canarias o simplemente salir del país para trabajar … y eso que me consta que muchos están mas pendientes de “neutralizar” su acento que poner los cimientos para que ideas de este tipo se puedan llevar a cabo y poder trabajar dignamente en su propio país.
Me identifico mucho aquí con Josemi. Por razones que no vienen al caso, también paso mucho por Cataluña y uno no puede sino admirar la autoconciencia de ese país. Muchas veces me he visto en la misma tesitura, pensando “pero si en Canarias esto sería perfectamente posible, y estaría a la altura sobradamente…”
Sé que no es este el caso, pero de todas maneras también añado que, admirando e incluso cogiendo recortes del modelo catalán, no se trata en ningún caso de proponer una simple copiadera, ni de un embeleso a ciegas, como me he encontrado en ciertos ámbitos hacia el nacionalismo vasco sobretodo. El catalanismo tiene un lado bastante oscuro que no se puede dejar de criticar, y que tiene una de sus expresiones en los telenoticias de TV3, puro autobombo (siendo TV3 una de las cadenas de mejor calidad de la Península Ibérica). Y en otros aspectos, los canarios estamos bastante por delante, por cierto, aunque a alguno le extrañe esta afirmación. Sólo nos falta darnos cuenta.
Total, que como siempre hay que conocer otras experiencias, absorber todo aquello que se pueda aprovechar, pero construir un camino propio, autocentrado.