1811: Quedan abolidos los señoríos feudales de Canarias, en virtud de una orden de las Cortes de Cádiz, que reconoce el anacronismo jurídico, la pobreza de los afectados y el desequilibrio existente entre las islas de realengo (Gran Canaria, La Palma y Tenerife) y el resto del Archipiélago.
La abolición del status feudal libera a la totalidad de las islas de Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro, los lugares de Adeje y Valle de Santiago en Tenerife, y el pueblo de Agüimes, cedido por los Reyes Católicos al Obispo Frías como premio a sus actuaciones durante la conquista de Gran Canaria.