
Este artículo lo publica
Agustín Bethencourt (Tenesor Rodríguez Martel) nace en Gran Canaria en 1972. Estudios de lengua y cultura rusas en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria . Vive en Moscú de 2002 a 2007. Tras 8 años viviendo en Bruselas, en 2016 se muda a Viena, desde donde sigue muy de cerca la realidad de Europa Central y Oriental. Miembro fundador de la revista Tamaimos y de la Fundación Tamaimos.
Casi se puede decir que en el Reino Unido se acaban de celebrar dos elecciones simultáneamente. En el momento en que escribo esto parece que los Tories podrían incluso quedar cerca de la mayoría absoluta. Este es el resultado de las elecciones inglesas. Al mismo tiempo, El Partido Nacionalista Escocés habría obtenido prácticamente todos los escaños en juego en su circunscripción. Aquí estaríamos hablando del resultado de las elecciones escocesas.
¿Cómo explicar que un partido que no fue capaz de ganar el referendum de independencia de 2014 haya barrido del mapa al Partido Laborista y copado de esa manera prácticamente todos los escaños en liza?
Se podrían nombrar al menos las siguientes causas: 1) En el referendum de independencia, el bando del Sí (a favor) estaba representado únicamente por el SNP (por sus siglas en inglés). Enfrente estaba todo el espectro de partidos centralistas, con la poderosa maquinaria de los medios del establishment inglés como aliados. 2) En los años y meses previos al referendum se formó una robusta red de voluntarios que ha trabajado ahora en la campaña del SNP. 3) Desde el referendum de independencia hasta ahora, la militancia del Partido Nacionalista Escocés se ha multiplicado por cuatro, superando los cien mil militantes. 4) Tras la derrota en el referendum, Alex Salmond, en aquel momento presidente del gobierno (First Minister) de Escocia y líder del partido, cumplió su promesa, asumió su responsabilidad por la derrota y dimitió de ambos cargos. La campaña ha estado dirigida en esta ocasión por Nicola Sturgeon, su sucesora.
El ejemplo escocés parece indicar que: 1) Una parte importante de los que votaron No a la independencia, están a favor de mayores cotas de autogobierno; y 2) Una línea coherente, clara, sin subordinaciones tácticas y marcada por una ambición realista termina ganándose al ciudadano, aunque eso suponga ir a contracorriente en ocasiones. No es la vía del sucursalismo la que ha dado resultados en Escocia, sino la de un mensaje claro y coherente de justicia social y de recuperación de la soberanía política.
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Agustín Bethencourt (Tenesor Rodríguez Martel) nace en Gran Canaria en 1972. Estudios de lengua y cultura rusas en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria . Vive en Moscú de 2002 a 2007. Tras 8 años viviendo en Bruselas, en 2016 se muda a Viena, desde donde sigue muy de cerca la realidad de Europa Central y Oriental. Miembro fundador de la revista Tamaimos y de la Fundación Tamaimos.
Con diferencia, en Canarias somos más dados a los sucursalismos hasta el punto de que partidos que nacen con promesas no cumplidas por otros también prometedores, suelen llevarse el electorado frente a los partidos de mayor raigambre y esencia canarias. Un saludo. Ahul.