
Este artículo lo publica
Josemi Martín nació en Gran Canaria, Islas Canarias. Afincado en España, también ha vivido en diversos lugares del Reino Unido, además de estancias en Portugal, Estados Unidos e Irlanda. Licenciado en Filología Inglesa por la ULL y Graduado en Antropología Social y Cultural por la UNED, es un apasionado de los Estudios Canarios. Busca contribuir a la creación del pensamiento crítico canario, autocentrado e independiente. Preside la Fundación Canaria Tamaimos. Su alter ego, Edmundo Ventura, escribe en Tamaimos.
Totalmente a favor. ¿En qué cabeza cabe que quienes tienen intereses contrarios o, como mínimo, diferentes, van a gestionar tus recursos mejor que tú mismo? ¿Por qué deberían hacerlo, además? En un mundo de iguales, nadie es más ni menos que nadie. Nadie debe aspirar a imponer su criterio más allá de sus fronteras naturales arguyendo falsos argumentos de pretendida superioridad o incapacidad del gobernado. Porque, no nos engañemos, ésas son sólo falacias para justificar la propia posición en la dialéctica dominador/dominado. Es absolutamente fundamental presentar al otro como un ser incapaz de autogobernarse, de autodeterminarse, de decidir por sí mismo lo que considere más conveniente en cada momento. De alguna manera, reproducir una situación de madre “benefactora”, que sabe siempre lo que conviene, e hijo desvalido, que no puede acabar de romper el cordón umbilical, no deja de ser una trampa, un subterfugio. Alcanzar un estado de autodeterminación es indispensable para poder, después, establecer verdaderos lazos de amistad, solidaridad, cooperación. Pero, insisto, entre iguales, nunca entre amo y esclavo. Sucede un poco como la solidaridad, que se ejerce de manera horizontal, mientras que la caridad es ejercida verticalmente, de arriba a abajo. ¿Cuántas veces detrás de esa pretendida caridad no se esconde sino el mismo veneno de la opresión que mantiene al sometido arrodillado, con la mano extendida? Pues por éstas y muchas otras razones, estoy totalmente a favor de la total independencia del Puerto de Arrecife con respecto al Puerto de La Luz y Las Palmas.
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Josemi Martín nació en Gran Canaria, Islas Canarias. Afincado en España, también ha vivido en diversos lugares del Reino Unido, además de estancias en Portugal, Estados Unidos e Irlanda. Licenciado en Filología Inglesa por la ULL y Graduado en Antropología Social y Cultural por la UNED, es un apasionado de los Estudios Canarios. Busca contribuir a la creación del pensamiento crítico canario, autocentrado e independiente. Preside la Fundación Canaria Tamaimos. Su alter ego, Edmundo Ventura, escribe en Tamaimos.
Enhorabuena por el artículo. Ojalá todos entendiéramos la independencia, en cualquiera de sus formas y niveles, no como una separación sino como una nueva forma de relación más horizontal, donde la solidaridad mutua y voluntaria sea algo que nos reconforte y nos haga crecer.
Ya lo decia Galeano, el colonialismo te convence que no se puede ser, que no se puede sentir y que la servidumbre es tu naturaleza
Totalmente de acuerdo, Josemi; incluso. si este artículo hubiese sido escrito hace unos cuarenta años y no hubiese leído la firma del autor, quizá habría creído que fue redactado y publicado en lo esencial por quien firma este comentario, ya que la idea la llevamos todos los canarios en nuestra mente; solo al final, creo que hay algo que no cuadra: El Puerto de Arrecife no depende del Puerto de La Luz y de Las Palmas; este es el nombre oficial del Puerto de la capital grancanaria; Los Puertos capitalinos de Lanzarote y Fuerteventura dependen de Puertos de Las Palmas, que es una institución provincial no insular. Dicho esto, yo también quiero la independencia de los 3 Puertos para que el de Gran Canaria deje de llamarse “de La Luz y de Las Palmas” y pase a llamarse lisa y llanamente “Puerto de Gran Canaria” y dejemos de confundir Gran Canaria con Las Palmas, algo muy común en nuestro pueblo grancanario y canario. Un abrazo. Ahul. Captcha : Falló el 2º intento. 3º: cuatro-[3]=1.
Mea culpa. Una redacción apresurada me hizo caer en semejante error. Gracias por la apreciación. Me alegra que compartamos objetivos. Un abrazo de vuelta.