Si la memoria no me engaña fue en 1980 cuando se publicaba por primera vez el libro Psicología del Hombre Canario, de Manuel Alemán Álamo. Esta obra es sin ninguna duda una referencia básica en la reflexión sobre la canariedad, entendida como un proceso dinámico que, partiendo desde el pasado, se proyecta hacia el futuro a través de nuestras vidas.
El treinta aniversario de Psicolgía del Hombre Canario, que tendrá lugar, por tanto, en 2010, no puede y no debe pasar desapercibido. Por desgracia no podremos ya contar con Manuel Alemán para que nos hable en persona de la gestación de este trabajo, de sus intenciones, etc. Pero tenemos la obra, esa obra inmensa que no deja indiferente a nadie cuando la lee, que remueve las entrañas de todo aquel que siente algo por Canarias y que hace pensar y ver la realidad canaria de manera más lúcida y más crítica.
Y este aniversario debe servir para arrojar aún más luz y más proyección al pensamiento de Alemán, un pensador que es hoy aún más necesario de lo que lo fue en vida: la globalización y sus consecuencias -no sólo financieras- hace sentir a mucha gente la necesidad de algo que no los haga estar a la deriva. Y la alternativa al pensamiento crítico y al debate sereno es con demasiada frecuencia el pensamiento iluminado de tintes pseudofilosóficos, pseudoreligiosos o pseudocientíficos.
Hay principalmente dos instituciones que se reclaman herederas del legado humano e intelectual de M. Alemán: El Instituto Psicosocial Manuel Alemán y el Aula de Diálogo Fe-Cultura Manuel Alemán de la ULPGC. Estas dos instituciones no solamente no colaboran entre sí, sino que en ocasiones han vivido enfrentamientos soterrados que han llevado a lo que podríamos calificar de situación de guerra fría.
Manuel Alemán no se merece esto. Y, sobre todo, el 30 aniversario de la publicación de Psicología del Hombre Canario se tiene que hacer con la participación de todos.