
Este artículo lo publica
Jorge Stratós. Analista poli(é)tico y miembro desde hace más de un cuarto de siglo del Clan del Don, un espacio de vida, pensamiento y diálogo compartido con otros heterónimos, entre los que se cuentan los filósofos J. Lapv y Pablo Utray, el activista político Jorge Guerra y el profesor Pablo Ródenas.
“Mientras que no hay un fundamento ético para la obediencia al Derecho, sí hay un fundamento ético absoluto para su desobediencia” (Felipe González Vicén)
Esta entrada ha sido suprimida puesto que el texto original, con las adaptaciones y actualizaciones pertinentes, forma parte del volumen Libertad de actuar. Argumentos poli(é)ticos para el disenso, de Pablo Utray, publicado en noviembre de 2018 por las Ediciones Tamaimos.
Este artículo lo publica
Jorge Stratós. Analista poli(é)tico y miembro desde hace más de un cuarto de siglo del Clan del Don, un espacio de vida, pensamiento y diálogo compartido con otros heterónimos, entre los que se cuentan los filósofos J. Lapv y Pablo Utray, el activista político Jorge Guerra y el profesor Pablo Ródenas.
Ayer, 21 D, Mariano Rajoy advertía que el futuro Govern “o cumple la ley o ya sabe lo que pasa”. Vale. Lo que pasa, al hilo de lo que Jorge Stratós plantea aquí, es que no se debe concebir el Derecho como un código acabado y cerrado que recoge definitivamente cualquier derecho imaginable (civil, político, económico, social o cultural). Lo que pasa es que la lucha extralegal (a partir de consideraciones ético-políticas desde fuera y desde abajo del Estado) ha sido crucial en el desarrollo de toda suerte de constituciones, declaraciones y cambios socio-políticos posteriores. Lo que pasa es que resulta tan posible como necesario atreverse a más y mejor democracia, ¿no? Saludos