Perdonen nuestras ofensas
En el centro agrícola de Tefía no había tregua. Los internos trabajaban de sol a sol en trabajos forzosos. Hablamos de un campo de concentración en toda regla. Los jóvenes realizaban dichos trabajos bajo el inclemente sol majorero, en unas condiciones extremas. Todo ello en medio de palizas y vejaciones. Solo podían ducharse una vez …