Por Raúl Vega
Melodía desafinada
Corren tiempos extraños. La percepción es que cada vez existe más interés por conocer a dónde va a parar el dinero público, el de todos. A su vez, la sensación es que hay espacios, situaciones o ámbitos que son inviolables. No hay un debate público por la integridad del destino de los fondos, a veces la discusión se queda en las moquetas de los coches oficiales o las comidas.