El dedo en el ojo
“Podríamos fletar una lancha entera con todos los agentes del lobby turístico y sus secuaces que poseen el poder político. En el otro lado, la ciudadanía, reclamando problemas reales del día a día: sueldos dignos en el sector turístico, turismo de más calidad, regulación turística y estudio de su impacto, tasa turística o limitación del alquiler vacacional en sus barrios, donde realmente afecta a los precios del alquiler y compra de vivienda. Sus reclamaciones son apenas ecos entre los gritos de los agentes turísticos”